domingo, 31 de octubre de 2010

De casa al trabajo y del trabajo a casa



Se dice que hubo actitudes de intolerancia y sectarismo en la Plaza de Mayo en estos días. ¿Quién lo dice? Los comentaristas y editorialistas de la nación, “tribuna de doctrina” y de otros medios.

¿No son ofensivas las notas “Sin Kirchner, Cristina puede asumir el poder”, de Rosendo Fraga columna puesta on line a las 11:17 del miércoles 27 ó las notas de Carlos Pagni, Sola, Grondona de estos días?

Mi vieja, que se murió en los noventa, les explicaba a mis hijas, algunas enseñanzas que el pueblo le dejó, en su condición de peronista.

En las concentraciones realizadas en la Plaza de Mayo, el general Perón al terminar su discurso les decía a los descamisados: “de casa al trabajo, y del trabajo a casa”, desconcéntrense en paz y tranquilidad. Sin embargo los trabajadores -decía mi vieja- iban a romper las vidrieras de La Prensa o a cascotear a algún “contrera” y/o gorila del momento.

Este relato, real o inventado por ella ponía de manifiesto la reinterpretación de la consigna “de casa al trabajo…” por las masas peronistas, pero sobre todo era la respuesta frente a los ataques, los escarnios, la humillación que sufrió el peronismo a partir de 1955 y 1976.

Si mi vieja viviera, hoy diría “a algunos les hace falta la consigna “de casa al trabajo y del trabajo a casa”, por lo menos….


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